Actualmente se viene  desarrollando renovadas discusiones en torno a  los grandes cambios tecnológicos, sociales, económicos, políticos y  culturales. Cambios que redundan en las ciencias sociales y económicas,  por ende en la estructura económico social del capitalismo, las mismas  que se  expresan  en categorías  para describirlas como: "sociedad de  consumo",(Bauman, 2000), “posfordismo" (Negri-Hardt, 2002) "Capitalismo  cognitivo", (Boutang, 2004 "La era de la información” (Manuel Castell)",   sistemas mundo (Inmanuel Wallerstein) etc. lo que implica la necesidad  de revisar dichos  conceptos y de sus relaciones con la finalidad de  conocer los planteamientos contemporáneos  sobre la relación de trabajo   en el contexto de una "sociedad de consumo" 
 En el presente nos ocuparemos del Capitalismo Cognitivo, la nueva  gran transformación, categoría referida conceptualmente a las prácticas  económicas sobre las producciones del conocimiento enmarcadas en el  capitalismo globalizado de finales del siglo XX y principios del XXI, es  considerado como la base del capitalismo sobre bienes inmateriales, fue  publicado como ensayo por Yann-Moulier Boutang y como hipótesis de  trabajo denotando así los  grandes cambios sobre el capitalismo y su  gran transformación. 
 En “Le capitalisme cognitif…”, Yann Moulier Boutang se refiere a  nuevo capitalismo basado en la difusión del saber y en el que la  producción de conocimiento pasa a ser el principal eje de la  valorización del capital, constituyéndose así la denominada sociedad del  conocimiento donde la actividad productiva desborda los límites  estrictos del trabajo asalariado, de las horas de trabajo, de los  empleos.  
 Los cambios profundos que se darían con el capitalismo cognitivo  serían en el trabajo, en el modelo productivo con actividades intensas  en conocimiento y en cooperación productiva, entre las que destaca el  modelo de desarrollo de software, en particular de software libre. 
 Por lo tanto, para  Yann Moulier Boutang, estamos frente a un proceso  de cambio  en la sociedad, centrado en los siguientes aspectos:
• El conocimiento,
• la tecnología
• la información
• la comunicación
 Las nuevas fuentes de productividad  vendrían hacer los procesos  donde interactúan los conocimientos  dándose lugar así a la   “sociedad  del conocimiento”, “sociedad de la información”, mostrando al  conocimiento cómo un bien inmaterial que se convierte en el fundamento  que reorganiza el mundo productivo y social.
 En ese sentido, denotamos  que el capitalismo cognitivo, es una nueva  forma de capitalismo, el cual ha pasado  de un capital fordista a un  capital toyotista.
 El fordismo se refiere al modo de producción en cadena que llevó a la  práctica Henry Ford; fabricante de automóviles de Estados Unidos. Este  sistema comenzó con la producción del Ford con una combinación y  organización general del trabajo altamente especializada y reglamentada a  través de cadenas de montaje, maquinaria especializada, salarios más  elevados y un número elevado de trabajadores en plantilla y fue  utilizado posteriormente en forma extensiva en la industria de numerosos  países, hasta la década de los 70 del siglo XX. 
 El toyotismo corresponde a una relación en el entorno de la  producción industrial que fue pilar importante en el sistema de  procedimiento industrial japonés y coreano, y que después de la crisis  del petróleo de 1973 comenzó a desplazar al fordismo como modelo  referencial en la producción en cadena. Se destaca de su antecesor  básicamente en su idea de trabajo flexible, aumento de la productividad a  través de la gestión y organización (just in time) y el trabajo  combinado que supera a la mecanización e individualización del  trabajador, elemento característico del proceso de la cadena fordista.
  En el postfordismo el trabajo necesita un espacio con estructura  pública (cooperación). Hoy, ésta se realiza por medio de la comunicación  humana de múltiples formas, una complejidad que actualmente se hace a  través de infinidad de acciones, que se han tomado toda la vida, ése es  el toyotismo 
 Estamos en una etapa  en el cual el proceso de producción cuenta con  una nueva materia prima: la tecnología, el conocimiento que  se realiza a  través de la investigación, bajo sus bases del saber, la información,  la cultura, en las cuales en el proceso productivo mismo se ha instalado  la comunicación y el lenguaje, haciendo que el trabajo sea una  permanente interacción social.
 Dándose lugar así a un sistema  de reproducción de una sociedad de clases con nuevas características de control.
 Emergen  bienes y servicios cognitivos como  bienes inmateriales  donde  se consumen y no se gastan, tienen un uso productivo, ya que cada  vez más aumentan su valor. Su proliferación se da a una escala  inimaginable. Esta nueva forma de producción introduce una dinámica  diferente a las sociedades salariales, vuelve central la parte creativa y  del conocimiento
 En concordancia con Boutang,  otro autor  como Marx de los Gruñidse   manifiesta  que el intelecto  llega  hacerse público,  refiriéndose  así  a la inteligencia  que hoy se constituiría  en una  nueva forma de  capitalismo, esta “inteligencia ” se convertiría en la base de la nueva  producción de la riqueza.
 DIVISIÓN DEL TRABAJO
Una transformación importante en el capitalismo cognitivo es la división  del trabajo. En el capitalismo industrial, la cooperación social  derivaba de la coordinación técnica en las fabricas, en el capitalismo  cognitivo los dispositivos de captación de valor ya no derivan del  trabajo en dichas fábricas, sino de la actividad cooperativa humana y  del objeto del conocimiento. 
 Los tipos de división de la actividad, el trabajo y el empleo, se dan  a través de la cooperación,  la organización en red se convierte en una  alternativa al mercado descentralizado, a la empresa privada, y al  Estado jerarquizado. Así el mercado deja de tener preponderancia como el  tamaño de la red (de clientes, de proveedores, etc.), que permite una  asignación de recursos más eficaz. Esta actividad económica en red  genera un excedente estructural de valor, que suele denominarse  "externalidad positiva de la red", "efecto biblioteca", o “efecto red”:  la utilidad de un bien para un agente depende del número de los demás  usuarios, de modo que todo miembro de una red se beneficia de ventajas  por las que no tiene que pagar. La lógica de los clubs, de las listas de  correos, de un servicio como Wikipedia, se va extendiendo a toda la  actividad económica. 
 La acumulación de conocimientos se caracteriza, por rendimientos crecientes de aprendizaje. 
 UN NUEVO MODELO PRODUCTIVO
La economía contemporánea de lo digital, afronta el mundo de la  abundancia de lo  inmaterial, pero la escasez del tiempo y de la  atención”. 
 La atención que exige un ordenador es multitareas y multifuncional, y  exige ante todo creatividad (las operaciones mecánicas las ejecuta el  ordenador). El trabajo en red exige cada vez más conectividad, capacidad  de reacción, autonomía e inventiva. La relación del tiempo es  importante. La producción de mercancías exige unos tiempos bien  delimitados. Pero esto no sucede con la producción de  bienes-conocimiento o de servicios.  
 La producción de conocimientos continuamente renovados no tiene fin.  En este sentido, el trabajo se aproxima a la investigación científica,  pero también al arte. Las comunidades de software libre, el  peer-to-peer, Wikipedia, muestran motivaciones diferente al interés  material o al afán de poder, como el deseo de conocimiento o el puro  entretenimiento. Esto se explica porque la producción de conocimientos  por medio de conocimientos exige una cooperación de los agentes más  profunda y continúa que la mera división técnica industrial limitada al  tiempo de la fábrica. El capitalismo industrial no reclamaba de la  fuerza de trabajo obrera, del cuerpo del trabajador, más que una  iniciativa limitada y fuertemente encuadrada. Ahora la implicación va  mucho más lejos, y la conectividad permanente que proporciona un  teléfono móvil nos da una idea de su significado.  
 LAS CONTRADICCIONES DEL CAPITALISMO COGNITIVO
Boutang  da  a conocer que la explotación en el capitalismo cognitivo se  da en dos niveles: por un lado, el trabajo vivo como gasto energético  que se consume y cristaliza en nuevas máquinas y trabajo muerto, en el  ciclo siguiente; pero al mismo tiempo, subsiste trabajo vivo como medio  de producción a lo largo de todo el ciclo (segundo nivel o grado). Es  decir, no es un consumo intermedio, sino que sirve para producir más  trabajo vivo, se construye como un saber que se resiste a su reducción  como capital humano objetivable.  
 “El  capitalismo industrial predomina el consumo de fuerza de  trabajo. Para poder extraer el exceso de trabajo, que es la fuente de la  plusvalía, era necesario consumir la fuerza de trabajo viva. Por tanto,  que sea necesario transformarla en salario de reconstitución del  potencial biológico y cultural de la fuerza de trabajo, o bien en  beneficios contabilizados en el ciclo siguiente como nuevas máquinas. En  el capitalismo cognitivo, para explotar la inteligencia colectiva, no  hace falta sólo reunir trabajadores, sino evitar esta objetivación  perfecta (cosificación o alienación) de la fuerza-invención en el  proceso de trabajo o en el producto.”  
 Las figuras laborales que interesan particularmente al capitalismo  cognitivo son el “cognitariado”, los "precarios", los activos  independientes, los trabajadores cognitivos dependientes del mercado,  los trabajadores cognitivos libres, etc. Surgen así nuevas fracturas y  divisiones. 
  “Los bienes inmateriales o intangibles  presentan el inconveniente  de que son indivisibles, no rivales y no excluibles (al contrario que  los bienes materiales) por lo que la cuestión de la propiedad suele  resolverse mediante la atribución de un monopolio de explotación  temporal por medio de una patente, de una marca o de un derecho de  autor. Pero en el capitalismo cognitivo este tipo de bienes tiene en su  mayoría un estatus de bien casi público, lo cual, unido a la difusión  masiva de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación  (NTIC).
 La ejecución de los derechos de propiedad se vuelve cada vez más  problemática. En estas condiciones, la reacción desesperada de una parte  de los industriales de la comunicación, de la cultura y de la  biotecnología ha consistido en la represión penal de la copia, el  desarrollo de dispositivos técnicos de protección, canon para las  sociedades gestoras de derechos de autor, patentes farmacéuticas,  patentes sobre el genoma, etc. Es la contrarrevolución de los “nuevos  cercamientos” también del control de las redes sociales. La reacción  estatal consiste en la publicación de leyes de excepción, la vulneración  de las libertades públicas y la derogación de la democracia.  
 Según Boutang, por las propias necesidades del capitalismo cognitivo.  La cooperación entre cerebros que trabajan mediante ordenadores  personales conectados por medio de redes necesita libertad para innovar  (por ejemplo, Google necesita la actividad diaria de millones de  usuarios). Y la apropiación de las tecnologías digitales por el mayor  número posible de personas es la condición imprescindible para  “recuperar” el trabajo de la inteligencia colectiva  Sin esta condición,  la productividad de la explotación de segundo grado desaparece. El  capitalismo cognitivo, cuyo objetivo es producir valor (que pueda  traducirse en beneficio privado) “necesita multiplicar los puntos de  contacto con la sociedad en movimiento, con la actividad viva. La  sociedad del conocimiento produce usos innovadores, y la empresa   convierte ahora la riqueza que está ya en el espacio digital en valor  económico.  Es la definición de empresario “político”, alguien capaz de  entender las redes sociales y apoyarse en ellas”.
Teniendo en cuenta lo anterior, el papel del estado seria  de controlar  la sociedad del conocimiento, como los intentos de someterlos a  prácticas monopolísticas, se enfrentan a serias dificultades  estructurales internas. Limitar el acceso a la red, también por vía de  la exclusión social, tiene como consecuencia la pérdida de  productividad.  
 El trabajo ya no puede remunerarse como un factor de producción  aislado del capital, pues codetermina la remuneración de los cuatro  componentes: hardware, software, wetware (la actividad cerebral) y  netware (la red cooperativa).”  
 Sin embargo en este cambio se una agravan las desigualdades, y de da  una precarización de las relaciones salariales, sin que haya  desaparecido la subordinación del trabajador dependiente, Además, las  nuevas formas de trabajo propias del capitalismo cognitivo son las menos  protegidas. El sentimiento de injusticia es tanto mayor cuanto los  valores de la sociedad del conocimiento son más igualitarios. Y la  infinita fragmentación de intereses parece imposibilitar cualquier  intento de unidad política de la contestación.  
 “Pero es que además la división cognitiva del trabajo hace que los  grupos de pertenencia a instituciones educativas generen nuevas  divisiones sociales. Además, la extrema valorización del conocimiento  genera exclusiones muy fuertes, al incorporar las formas de competencia  propias del arte y de la excelencia aristocrática de la universidad. Al  mismo tiempo, la movilidad no necesariamente geográfica, sino mental y  también social, distorsiona muchas fronteras preestablecidas. La red  permite cooperar con gente de orígenes sociales muy diferentes. A estos  elementos hay que añadir el estatuto jurídico, el grado de libertad  jurídica, para tener una visión más aproximada de las “clases sociales”  en formación.  
 Tomando en consideración la presente tesis,  a manera de conclusión  manifestamos  que   desde el momento en que  la sociedad  genera cambios   en la información y el conocimiento, el capitalismo  se apropia  del  saber, otorgándole así un propio concepto como el de capitalismo  cognitivo,  por lo que, quienes tenemos que ver con el ámbito académico y  educativo, nos compete  asumir con responsabilidad  social  la  formación académica   para así generar  un pensamiento critico que nos  permita  desarrollar  una visión de ser humano con dignidad  y de una  sociedad democrática  con ciudadanía y ejercicio de derechos  para   replantear el rol académico  y que este   no se constituya en un motor  netamente mercantilista. Por  lo que no se puede reemplazar la  inteligencia  con  lo económico.
 BIBLIOGRAFIA
BOUTANG, Yann Moullier (1999), ¨Riqueza, propiedad, libertad y renta en  el capitalismo cognitivo¨, en Rodríguez, Emanuel y Sánchez, Raúl  (Compiladores) Capitalismo cognitivo, propiedad intelectual y creación  colectiva, Madrid: Traficantes de Sueños.