domingo, 15 de noviembre de 2009

El poder del placebo tras muchas curas naturales

Placebo

La gente que busca curas naturales estará contenta de saber que hay una. Dos palabras explican cómo funciona: “Yo creo”. Es el efecto placebo – la capacidad de una píldora inocua o un tratamiento falso de hacer que la gente se sienta mejor, simplemente porque esperan que funcione. Es la capacidad de la mente de alterar los síntomas físicos tales como el dolor, la ansiedad y la fatiga.

En las últimas semanas, el efecto placebo ha demostrado sus poderes curativos. En las pruebas de un nuevo medicamento para aliviar los síntomas del lupus, aproximadamente un tercio de los pacientes se sintieron mejor con las pastillas falsas que con el medicamento.

El efecto placebo es una gran figura en la medicina alternativa, la cual tiene muchas terapias y remedios herbales basados en creencias en lugar de en ciencia. A menudo los problemas que buscan paliar, tales como el dolor, son subjetivos.

“Tiene una implicación peyorativa – que no es real, que no tiene valor medicinal”, dijo el Dr. Robert Ader, psicólogo de la Universidad de Rochester en Nueva York que ha investigado el fenómeno.

Pero los placebos pueden tener efectos reales y beneficiosos, comenta.

“Muchos de los resultados de ciertos procedimientos alternativos son en gran parte efectos placebo, a menos que creas que hay gente que ejerce poderes mágicos de tal forma que pueden poner las manos sobre tu cuerpo y curarte tu enfermedad”, dice Ader. “¿Te hace sentir mejor? Eso es enteramente posible, especialmente si crees en ello”.

El efecto placebo cuenta con aproximadamente un tercio de los beneficios de cualquier tratamiento – incluso en medicamentos cuidadosamente probados, dicen los científicos. Esto se cita en un informe de referencia de 1955 conocido como The Powerful Placebo (El Poderoso Placebo). Visto como algo innovador, el análisis de docenas de estudios por parte de H.K. Beecher encontró que el 32 por ciento de los pacientes respondían al placebo.

Posteriores estudios encontraron que píldoras falsas podían aumentar el pulso, la presión sanguínea y las velocidad de reacción cuando se decía a la gente que eran estimulantes; sucedía lo contrario cuando se decía a la gente que los adormilarían.

¿Cómo funciona? Los científicos no siempre lo saben, pero hay muchas formas posibles. Las imágenes del cerebro muestran que las creencias (”Sé que estas píldoras me ayudarán”) pueden causar cambios biológicos y afectar a los niveles de mensajeros químicos y hormonas de estrés que señalan el dolor o el placer.

Las emociones también pueden disparar cambios físicos. Toma el caso de un niño con garrotillo. Llorar hace que se estrechen las vías respiratorias y le hace más difícil respirar. Mucha gente cree que el vapor es beneficioso, pero cuando se ha probado en estudios de hospital con pacientes de garrotillo, no se ha encontrado que sea de ayuda, dijo el Dr. Owen Hendley, pediatra de la Universidad de Virginia.

Inténtalo en casa, no obstante, y tendrás un resultado distinto.

“El niño se sienta en el regazo de la madre y la madre sostiene el vaporizador cerca del niño. El niño se calma, la madre se calma. La configuración, y el sentimiento de la madre de estar ayudando, hace que se calme todo el mundo”, y el niño realmente es capaz de respirar mejor, explica Hendley.

Si no fuese por el efecto placebo, “los médicos no tendrían tanto éxito como tienen”, dijo el Dr. Thomas Schnitzer, especialista en artritis de la Universidad del Noroeste. Colaboró en un gran estudio que encontró que los suplementos de glucosamina y condroitina no eran mejores que píldoras falsas para el dolor artrítico de rodilla.

Los doctores a veces aprovechan el efecto placebo para ayudar a sus pacientes. Una investigación encontró que muchos doctores admitían dar a sus pacientes píldoras de azúcar o medicamentos o vitaminas que realmente no ayudarían a su enfermedad, en un esfuerzo por disparar el efecto placebo.

En Baltimore, el Centro de Shock Traumático del Centro Médico de la Universidad de Maryland ofrece a algunos pacientes terapia Reiki, la cual afirma curar a través de unos invisibles campos de energía manipulados por un “maestro” especial. El jefe de anestesia del hospital, el Dr. Richard Dutton, dice que que esto es auto-hipnosis y lo compara con las clases de Lamaze que enseñan a las embarazadas ejercicios de respiración para tener sus mentes apartadas del dolor del parto.

La familia de Roy A. Armstrong estuvo de acuerdo en este tratamiento después de quedar herido en un accidente de motocicleta el año pasado. El hombre de 39 años sufrió un paro cardiaco y tenía muchos huesos rotos. Cuando estaba tumbado unido a un respirador, la enfermera Donna Audia y un compañero dieron vueltas a su cama, moviendo sus brazos en el aire y tocando su cabeza mientras tarareaban y tocaban una melodía frotando un bol de cristal con una varita.

Armstrong estaba demasiado sedado para recordar nada, pero “creo que de alguna forma le ayudó a mejorar”, dijo su esposa. Aún se está recuperando a través de terapia física.

Dutton dijo: “Puedes llamarlo efecto placebo, o efecto sopa de pollo. Todo está en crear el estado mental adecuado en la persona. Los pacientes nos dicen lo que parece gustarles. Y en la gestión del dolor, ese es el objetivo. Si el 30 por cientos de tus pacientes se sienten mejor con un placebo, ¿por qué no dárselo?”.

Las historias de fe ciega e informes anecdóticos sobre los beneficios son una cosa. Demostrar que un tratamiento ayuda es otra muy distinta. Muchos estudios de medicina alternativa no incluyen un grupo de placebo – gente que sin saberlo toma un tratamiento falso de tal forma que pueda compararse su efecto.

La acupuntura es especialmente difícil de investigar. Los estudios positivos tienden a carecer de grupos de comparación a los que se da un tratamiento falso. O a menudo se realizan en China, donde el tratamiento es una parte establecida de la sanidad pública.

Un estudio en Estados Unidos encontró que la acupuntura real aliviaba el dolor de artritis de rodilla mejor que la acupuntura falsa, en la cual se colocaban tubos de guía pero no se insertaban agujas. Pero un estudio europeo que implicaba al doble de pacientes usando un procedimiento falso más realista encontró que eran igual de buenas. La conclusión: El alivio del dolor fue debido al efecto placebo.

Los anuncios y testimonios procedentes de usuarios de productos pueden animar el efecto placebo. La Comisión Federal de Comercio el pasado verano llegó a un acuerdo sobre las afirmaciones en los anuncios de Airborne, un producto “inventado por un profesor” que se supone que desvía los gérmenes del aire.

“Productos como Airborne son lo que conocemos como `productos de crédito’. Esta es una forma elaborada de decir que es difícil o imposible para los consumidores determinar si el producto hace algo por ellos”, dijo el abogado de la comisión Rich Cleland. “Parte de esto se debe al efecto placebo. Otra parte se debe a que la gente no quiere creer que los han timado”.

Barbara Domen, antigua profesora de jardín de infancia en Caswell Beach, Carolina del Norte, dijo que era propensa a resfriados y usaba Airborne seis o siete veces al año cuando volaba en avión.

“Para mi funcionaba”, aunque podría ser debido a que desde que se jubiló, “estoy alejada de todos los gérmenes”, comenta. Se le olvidó en un vuelo y cogió un resfriado terrible.

“Tal vez es psicológico, pero creo que continuaré usándolo”, comenta.

Algunos efectos placebo se deben al condicionamiento, o a adscribir algunos beneficios a algo que has hecho que puede que no haya desempeñado ningún papel en tu mejora. El insomnio es un ejemplo, dice Michael Perlis, psicólogo y neurocientífico en la Universidad de Pennsylvania.

Si tienes problemas para dormir una noche, la necesidad de tu cuerpo de sueño hace muy probable que a la siguiente duermas bien. Si tomas una pastilla para dormir, crees que has dormido bien debido a la pastilla, comenta.

¿Funciona algún remedio herbal para el insomnio? “No, que yo sepa”, dijo Perlis. “Pero todos ellos tienen potencial de ser útiles con el tiempo. No tiene nada que ver con ellos – está todo en el condicionamiento”.

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