domingo, 1 de noviembre de 2009

LO DIFUNDIDO MAS RECIENTEMENTE TIENDE A PARECERNOS MAS PELIGROSO


No es raro que los habitantes de un país sin conflictos armados se preocupen más por los muy divulgados casos de ataques terroristas, que por amenazas más ordinarias como los accidentes de tráfico, aunque estos causen más muertes en su país que los ataques terroristas. Y este desequilibrio de temores, al margen de que podamos tener diferente capacidad para impedir cada clase de desgracia, es inevitable por ser consustancial a la naturaleza humana, según un nuevo estudio dirigido por el profesor de psicología Leaf Van Boven, de la Universidad de Colorado en Boulder.

Este desequilibrio de temores se debe en parte a que las personas tendemos a percibir nuestras emociones más recientes, incluyendo los temores de amenazas y riesgos, como más intensas e importantes que las emociones previas.

En uno de los experimentos del estudio, que se centró en la amenaza del terrorismo, Van Boven y sus colegas se valieron de materiales adaptados del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos para presentar en el laboratorio dos escenarios a los participantes. La presentación incluía advertencias sobre los riesgos de viajar a cada uno de los dos países.

Después se pidió a los participantes que dijeran cuál país parecía tener mayores amenazas terroristas.

Muchas de esas personas dijeron que el último país sobre el que habían leído era el más peligroso.

Tal como señala Van Boven, lo que este estudio muestra es que cuando las personas se enteran de los riesgos, incluso en una sucesión muy rápida donde la información se les presenta de forma muy clara y vívida, siguen respondiendo más fuertemente a lo que tienen más presente por haber sido informados de ello más recientemente.

Scitech News

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